
Godoy Cruz se trajo un triunfo de oro tras ganarle 3 a 1 a Platense en Vicente López.
El “Xeneize” quedó eliminado de la Conmebol Libertadores tras perder contra Alianza Lima de Perú en el repechaje de la Copa, más precisamente en la Fase 2. Así, el equipo de Fernando Gago se despidió de las competencias internacionales en febrero, marcando el fin de su año futbolístico.
LIGA PROFESIONAL DE FÚTBOL 26/02/2025Se dio uno de los bochornos más grandes en la historia de Boca Juniors en la Copa Libertadores. En La Bombonera perdió en los penales por 5-4 tras empatar 2-2 en el global contra Alianza Lima, uno de los equipos con peores antecedentes internacionales en la competencia. De los 189 partidos disputados, los peruanos solo ganaron 40 (21%), empataron 39 (21%) y perdieron 110 (58%). Además, anotaron apenas 169 goles y recibieron 317, con una diferencia de -148. (Fuente: 365scores.com).
La temprana eliminación del equipo argentino, hexacampeón de la Copa Libertadores, tiene muchos responsables: desde el director técnico Fernando Gago, que parece nunca haber tenido voz en el vestuario, hasta los jugadores soberbios que no muestran ni un mínimo de vergüenza deportiva. Incapaces de correr detrás de la pelota y que ni siquiera sean capaces de tirar un centro digno de los mejor pagados del aberrante fútbol argentino, demostraron una falta de respeto total hacia los socios e hinchas que pagan sus entradas para “disfrutar” de uno de los clubes más grandes de América.
El partido contra los “Blanquiazules” de Perú se suma a una serie de papelones que, al menos en los últimos tres años, han convertido a Boca en un equipo irresponsable, en deuda con su gente y, como se dice en la jerga argentina, “verde”. Muchas derrotas recientes se explican por la falta de inteligencia de jugadores como Marcos Rojo, Luis Advíncula, Marcelo Saracchi y los ausentes Cristian Lema, Jorge Figal, Sergio Romero y Frank Fabra. Aunque no estuvieron en la lista de suplentes en esta eliminación, fueron en gran parte los causantes de la alergia de Boca a ganar títulos o llegar a instancias decisivas. Tan solo basta con recordar las insólitas expulsiones de Rojo, Fabra, Lema y Advíncula en partidos de eliminación directa.
No es casualidad que estos jugadores sean defensores. Hace tiempo que no están a la altura de la camiseta de Boca y lo han demostrado con errores que costaron campeonatos.
A pesar de todo esto, sabiendo que los equipos se construyen de atrás para adelante y de adentro hacia afuera, otro gran responsable es el director técnico Fernando Gago. Asumió el 14 de octubre de 2024, hace aproximadamente cuatro meses, y nunca logró conectar con los jugadores. Su equipo no tiene una idea clara de juego cuando tiene la posesión: pases que no terminan en disparos al arco, jugadores fuera de su posición y formaciones sin ninguna lógica. Ejemplos como: Merentiel como extremo, Blondel como carrilero, Di Lollo como lateral o la insistencia en usar tres delanteros centros.
Gago es un entrenador perdido y soberbio, que subestima a los rivales y desatiende las labores defensivas, tanto en la pelota parada como en los retrocesos. Los partidos no se ganan con posesión ni con una falsa sensación de superioridad, sino con inteligencia y trabajo diario. Boca carece de ambos, y lo peor es que desde adentro, jugadores, cuerpo técnico y dirigencia parecen creer que los títulos llegarán solo por ser Boca.
La dirigencia es la máxima responsable de este presente. El Consejo del Fútbol, liderado por Juan Román Riquelme, presidente electo en 2023 con el 60% de los votos sobre el 40% de Andrés Ibarra, debe hacerse cargo de todas las críticas a su gestión. Desde que asumió como vicepresidente y luego presidente, Riquelme ha demostrado no estar a la altura de manejar un club desde adentro. Tristemente, esto sigue manchando su magnífico legado como jugador. El mayor ídolo de la institución no deja de cometer errores: contrataciones de jugadores de segundo nivel como Esteban Rolón, Norberto Briasco, Barinaga y Lema, además de entrenadores que no están a la altura del pesado saco de Boca. Ibarra, Battaglia, Diego Martínez y ahora Fernando Gago han demostrado que ni el nombre ni un buen presente fugaz alcanzan para comandar a un club con una historia llena de títulos.
En el pasado, Riquelme aseguraba que Boca estaba obligado a ganar todas las competencias solo por ser Boca (charla con Vignolo y Latorre en 2015 en Fox Sports). Hoy en día, el club está lejos de llamarse campeón, tanto a nivel internacional como local. Hace más de dos años que el “Xeneize” no levanta un título, a pesar de haber estado cerca en la Copa Libertadores 2023 perdida con Fluminense. Para muchos, llegar a la final es un gran logro, pero esa derrota no solo fue un golpe durísimo para los hinchas, sino que también significó perder el boleto a la edición 2024 de la Libertadores. Boca tuvo que conformarse con jugar la Copa Sudamericana, de mucho menor prestigio, lo que fue otro golpe al corazón de los aficionados.
Hay una falta total de empatía con el hincha y una nula humildad por parte de quienes manejan el fútbol y de jugadores que no le dieron nada al club. Esto se refleja cada día en su miserable falta de esfuerzo y en la ausencia de un pedido de disculpas a la gente que los banca semana tras semana. Boca es una institución de primer nivel en Sudamérica y tiene a los jugadores mejor pagados del fútbol argentino, pero estos no cumplen ni en lo más mínimo con su trabajo.
Ratifico: este presente es una muestra de la decadencia que arrastra Boca desde hace varios años. Desde Ibarra y Battaglia hasta el papelón en la Copa Sudamericana con Diego Martínez, y hoy, en febrero de 2025, sin jugar la Libertadores con un Fernando Gago que ni siquiera quiso ver la tanda de penales que dejó a su equipo afuera. Un entrenador con la cara de la derrota impregnada, incapaz de pedirle perdón al hincha y al socio.
Este fue un partido “saca técnico” y marca el fin del ciclo de muchos jugadores.
Godoy Cruz se trajo un triunfo de oro tras ganarle 3 a 1 a Platense en Vicente López.
Gimnasia le ganó 1-0 a Atlético Tucumán por la Fecha 7 del Torneo clausura, lo más curioso fue que a los 30’ del segundo tiempo se demoró el partido por fallas en la iluminación en el Estadio Juan Carmelo Zerillo
Por la fecha 7 del Torneo Clausura, Unión de Santa Fe visitó a Racing en el Cilindro de Avellaneda y paseó con un planteo solido y decidido a ganar, 3-2 firme con goles de Marcelo Estigarribia, Cristian Tarragona y Augusto Solari.
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El aurinegro se llevo tres puntos fundamentales ante los andes para entrar en la pelea del liderazgo de la zona a del campeonato de la primera nacional.
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