“FECHA 1” SLAVIA PRAGA Y BODØ/GLIMT EMPATARON EN UN PARTIDAZO

Furor amarillo en Praga debut heroico del Bodo/Glimt en Champions

UEFA CHAMPIONS LEAGUE17 de septiembre de 2025 Tomas Puntano
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BODØ Y UN PUNTO HISTÓRICO Con más corazón que futbol el equipo noruego se llevó 1 punto de República Checa

- El Fortuna Arena de Praga fue el escenario de un debut inolvidable en la UEFA Champions League, donde el Slavia de Praga dejó escapar una cómoda ventaja de dos goles frente a un incansable Bodø/Glimt, que se llevó un histórico empate 2-2 en el último suspiro. El partido, un torbellino de emociones, fue una lección de perseverancia para el equipo noruego y un amargo recordatorio para los checos de que en esta competición, un partido no termina hasta que el árbitro pita el final.

Dominio checo y la noche soñada de Mbodji

Desde el pitido inicial, el Slavia de Praga se adueñó del partido. Con una presión alta y un juego dinámico, el equipo local no tardó en imponer su ritmo. El protagonista de la noche fue, sin duda, el joven defensor senegalés Youssoupha Mbodji. En un debut de ensueño, Mbodji se convirtió en un héroe inesperado. Primero, remató de cabeza un centro perfecto para abrir el marcador en el primer tiempo. Luego, en la segunda mitad, volvió a aprovechar una jugada a balón parado para anotar el 2-0, desatando la euforia en las gradas y dejando la sensación de que los tres puntos se quedarían en casa.

Pero el fútbol es caprichoso y la Champions, aún más. La relajación del Slavia, sumada a la inyección de energía de los suplentes del Bodø/Glimt, cambiaría el guion del partido por completo.

El técnico noruego, Kjetil Knutsen, demostró por qué su equipo es conocido por su mentalidad ofensiva. Con el 2-0 en contra, metió al campo a Daniel Bassi, y fue él quien dio el primer aviso. Con un remate preciso, Bassi acortó distancias, y de repente, el nerviosismo se apoderó del Fortuna Arena. El partido se convirtió en un ida y vuelta vertiginoso, con el Slavia buscando el gol de la tranquilidad y el Bodø/Glimt, el de la épica.

La remontada se cocinó a fuego lento, con el equipo checo resistiendo como podía. Pero la garra del Glimt era demasiada. Cuando el reloj marcaba el tiempo de descuento, y los hinchas del Slavia ya saboreaban la victoria, la historia dio un giro dramático. El mediocampista Sondre Brunstad Fet, que había entrado de cambio, disparó desde fuera del área. El balón se desvió en un defensor y se coló en la portería del Slavia, silenciando a la afición local y desatando la locura en el banquillo noruego.

El pitido final sentenció un empate que se sintió como una victoria para el Bodø/Glimt, que no solo se lleva un punto valiosísimo, sino la confianza de poder competir con los más grandes. Para el Slavia de Praga, el empate es un trago amargo. El equipo tuvo el partido en sus manos, pero la falta de contundencia en los minutos finales le costó una victoria que parecía segura. El resultado final es un claro recordatorio de que en la Champions, la concentración y la intensidad deben mantenerse hasta el último segundo.

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